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MIRROR'S EDGE

NO DEJES DE CORRER.

Painbol

XBOX360/PS3/PC - 12 de noviembre de 2008 - DICE/EA

DICE es conocida en el sector por ser creadora de la famosa saga Battlefield, pero a principios de generación se lanzaron a la piscina con una nueva IP que rompía con todos los conceptos que la habían alzado años atrás. Aparentemente, no dejaba de ser un FPS, pero realmente estábamos ante algo completamente distinto. Mirror’s Edge es un videojuego de plataformas, uno muy especial y único dentro del género.

 

La obra nos pone en el papel de Faith, una runner, es decir, una free-runner que realiza diferentes contratos ilegales para ganarse la vida. Pero un buen día, su hermana es acusada injustamente de un asesinato que no cometió y la protagonista decide buscar a los responsables, metiéndose de lleno en una compleja conspiración.

 

La trama de Mirror’s Edge es realmente anecdótica, llena de carencias argumentales, a pesar de presentar ciertos detalles realmente interesantes. Si tuviéramos que beber por cada error que presenta el título a nivel de guión, acabaríamos todos en el hospital con un coma etílico. Aunque, seguro que algún alcohólico está leyendo estas líneas, así que vamos a comentar rápidamente algunos de ellos. Todo puede resumirse básicamente en:

 

Mirror's Edge cuenta, pero no muestra.

 

La obra de DICE nos sitúa en una ciudad supuestamente autoritaria, pero no vemos ninguna manifestación, ni a una población reprimida, absolutamente nada. Faith es un personaje plano (aunque por suerte no responde al cliché femenino), no evoluciona a lo largo de la obra y su relación con su hermana es prácticamente inexistente, al igual que el resto de personajes que van viniendo y desapareciendo sin aportar nada al conjunto. Si sumamos todo esto a que la exposición de la trama, en su mayoría, se da en unas cinemáticas en 2D que sirven de puente entre cada nivel, obtenemos una historia intrascendente, perdiendo el interés en seguirla a los pocos minutos de comenzar la obra.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La premisa de Mirror’s Edge está bien clara. Faith es una runner, toca correr. Desplazarse por las alturas es realmente maravilloso. Los tejados se convierten en nuestro hábitat, en nuestro patio de recreo, gracias a un profundo y complejo sistema de acrobacias. La variedad de movimientos es abrumadora, lo que permite que podamos llegar a nuestro destino de diversas maneras (a pesar de que el mapeado es bastante lineal). Mirror’s Edge es fácil de jugar, pero difícil de dominar.

 

El diseño de niveles está realmente trabajado, pasando desde interiores de edificios, claustrofóbicos por momentos, hasta mapas exteriores y abiertos. Mirror’s Edge explota la horizontalidad y verticalidad de cada uno de los escenarios como nadie. Estamos en constante movimiento. No dejes de correr. Las persecuciones aprovechan a la perfección estas cualidades. Escapar de los enemigos, esquivar las balas, sentir el peligro en la nuca, saltar por los tejados a toda velocidad. Es un chute de adrenalina. El prácticamente monocromático, pero colorido diseño de la ciudad favorece esta sensación.

 

La inmersión es total.

 

Pero DICE es DICE, y decide agregar de vez en cuando un poco de acción a la fórmula. Las mecánicas centradas en este ámbito, que abarcan tanto el shooter como el combate cuerpo a cuerpo son realmente satisfactorias, pero destrozan en pocos segundos el magistral ritmo que se había creado con anterioridad. La acción es simplemente innecesaria.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mirror’s Edge supone la revisión de uno de los géneros más antiguos del medio. Desplazarse por los tejados creados por DICE es una de las experiencias más satisfactorias de las que he tenido el placer de disfrutar en los últimos meses. No todo es perfecto y su pésimo guión lo aleja de la excelencia, de ser algo más. Mirror’s Edge gana enteros cuando es fiel a sí mismo, cuando huye de la acción y simplemente explota al máximo el sistema de parkour, cuando nos deja desplazarnos sin ninguna atadura de por medio.

 

No dejes de correr.

 

Su corta duración (unas 5 horas) asustará a algunos, pero la obra de DICE es de los títulos más especiales y únicos que podéis encontrar actualmente en el mercado AAA. Eso sí, marea.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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